LA BRÚJULA DE NATALIA
Natalia es profesora de historia. Durante casi veinte años de profesión sintió que la rutina estaba haciendo su vida insoportable. Un día, en la parada del autobús, se vio como un mulo dando vueltas a una noria y pensó que si no dejaba aquello era porque no quería. Empezó a pensar y consiguió salir del círculo.
Pidió una excedencia y con el dinero que tenía ahorrado se fue unos años a viajar por el mundo, que era lo que siempre había deseado. En cada uno de sus viajes: Brasil, Japón, India, Rusia, Noruega, Islandia, Kenia, aprendía y aprendía. Aunque Natalia no estaba en clase con sus alumnos nunca dejaba de pensar en ellos, como si lo que estaba haciendo fuera una preparación de clases, como si lo que estaba viviendo no fuera más que atesorar ideas para transmitírselas.
No llevaba mucho equipaje, pero nunca se le olvidaba una brújula que le había regalado su abuelo cuando era pequeña. Todavía no existía el GPS. Aquella brújula no era un simple amuleto que la mantenía unida a su infancia y a sus recuerdos, sino que también cumplía la función de orientarla por campos y montañas. Natalia viajaba sin prisas, le gustaban las ciudades, es cierto, pero siempre se adentraba en pueblos alejados y en paisajes remotos. Cuando estuvo en China era invierno, y se atrevió a cruzar ríos helados a pie, sobrevivió una semana en el campo, en soledad, con pocos medios. Esta experiencia fue para ella la prueba de que se puede vivir de otra manera, que no hacen falta tantos cachivaches como amontonamos en nuestras casas.
Natalia ha vuelto a España hace unos meses y dice que no quiere volver a dar clases en el instituto. Lo que sí está haciendo es visitar algunas aulas en las que trabajan sus amigas y charla de los viajes con los alumnos. La hora se les pasa enseguida y al final quieren que les cuente más cosas. Ella siempre lleva la brújula y se la deja para que la vean de cerca. Los alumnos tienen teléfono móvil, MP3 y ordenador, pero la mayoría nunca ha visto una brújula y les resulta curioso. Natalia les dice que un instrumento así alimentó la imaginación de Albert Einstein cuando era pequeño y que ellos también tienen que viajar, estudiar y abrir su mente al mundo y a todos los teoremas.
La verdad es que Natalia nos hace pensar, ella ha sido capaz de vivir de otra manera. Ahora dice que se va a ir al pueblo de su abuela, que ha arreglado un poco la casa, y allí se va a dedicar a escribir y a cultivar un huertecillo. Nos ha invitado y sin duda alguna organizaremos una excursión a ver cómo se vive allá por Talayuela.
Natalia es profesora de historia. Durante casi veinte años de profesión sintió que la rutina estaba haciendo su vida insoportable. Un día, en la parada del autobús, se vio como un mulo dando vueltas a una noria y pensó que si no dejaba aquello era porque no quería. Empezó a pensar y consiguió salir del círculo.
Pidió una excedencia y con el dinero que tenía ahorrado se fue unos años a viajar por el mundo, que era lo que siempre había deseado. En cada uno de sus viajes: Brasil, Japón, India, Rusia, Noruega, Islandia, Kenia, aprendía y aprendía. Aunque Natalia no estaba en clase con sus alumnos nunca dejaba de pensar en ellos, como si lo que estaba haciendo fuera una preparación de clases, como si lo que estaba viviendo no fuera más que atesorar ideas para transmitírselas.
No llevaba mucho equipaje, pero nunca se le olvidaba una brújula que le había regalado su abuelo cuando era pequeña. Todavía no existía el GPS. Aquella brújula no era un simple amuleto que la mantenía unida a su infancia y a sus recuerdos, sino que también cumplía la función de orientarla por campos y montañas. Natalia viajaba sin prisas, le gustaban las ciudades, es cierto, pero siempre se adentraba en pueblos alejados y en paisajes remotos. Cuando estuvo en China era invierno, y se atrevió a cruzar ríos helados a pie, sobrevivió una semana en el campo, en soledad, con pocos medios. Esta experiencia fue para ella la prueba de que se puede vivir de otra manera, que no hacen falta tantos cachivaches como amontonamos en nuestras casas.
Natalia ha vuelto a España hace unos meses y dice que no quiere volver a dar clases en el instituto. Lo que sí está haciendo es visitar algunas aulas en las que trabajan sus amigas y charla de los viajes con los alumnos. La hora se les pasa enseguida y al final quieren que les cuente más cosas. Ella siempre lleva la brújula y se la deja para que la vean de cerca. Los alumnos tienen teléfono móvil, MP3 y ordenador, pero la mayoría nunca ha visto una brújula y les resulta curioso. Natalia les dice que un instrumento así alimentó la imaginación de Albert Einstein cuando era pequeño y que ellos también tienen que viajar, estudiar y abrir su mente al mundo y a todos los teoremas.
La verdad es que Natalia nos hace pensar, ella ha sido capaz de vivir de otra manera. Ahora dice que se va a ir al pueblo de su abuela, que ha arreglado un poco la casa, y allí se va a dedicar a escribir y a cultivar un huertecillo. Nos ha invitado y sin duda alguna organizaremos una excursión a ver cómo se vive allá por Talayuela.
4 comentarios:
Olá, Agustina!
Que coisa boa receber sua visita em meu blog! Ele é um espaço para a reflexão sobre a nossa condição de seres humanos que fatalmente se descobrem existindo.
Quem bom saber que outras pessoas no mundo se encantam com a profundidade da obra de Clarice!
Minha relação com a Clarice Lispector é de um profundo amor. Tenho outas postagens em meu blog onde falo dela: há frases, vídeos, entevistas gravas, enfim, uma série de documentos que nos aproximam desta "bruxa das palavras", que é Clarice.
Tive a oportunidade de visitar a exposição A Hora da Estrela no Museu da Língua Portuguesa, em São Paulo... foi uma experiência fantástica! Palavras não conseguem descrever o êxtase que senti ao adentrar a sala da exposição!
Também gosto do Fernando Pessoa, do Drummond e da Florbela Espanca... assim como a Clarice, eles nos fazem adentrar nos nossos labirintos mais íntimos e nos revelam a nós mesmos.
Continue sempre visitando o meu blog e deixando registris de suas passagens atarvés de seus comentários.
Muito obrigado pela visita e pelo comentário.
Abraços ternos,
Clédson
“Viver não é necessário; o que é necessário é criar. Não conto gozar a minha vida; nem em gozá-la penso. Só quero torná-la grande, ainda que para isso tenha de ser o meu corpo e a minha alma a lenha desse fogo. Só quero torná-la de toda a humanidade; ainda que para isso a tenha de perder como minha.”
Fernando Pessoa (ele mesmo) – Palavras do Pórtico
Filho da costureira D. Dina e do agricultor Seu Nicodemos e irmão do meio de Vera, Vanilda e Clériston, nasceu Clédson Miranda na minúscula e liliputiana Itororó (que, por sinal, tem muita água!), sul da Bahia, em plena ditadura militar do governo Médici.
Quando criança, teve um qüiproquó e foi desenganado pelos médicos, e, por azar da incompetente vidência destes, ainda continua vivo. O problema era amarelão... excesso de verminose mesmo!
Fez o Primário, o Ginásio e o Curso de Magistério (foi desse tempo ainda!) na mesma escola pública. Cursou Letras Clássicas e Modernas. É graduado em Filosofia. Tem especialização em Filosofia Contemporânea, estudando a relação entre a Psicanálise e a Filosofia Social, a partir da análise do desejo na sociedade de consumo. É mestrando em Ciências Sociais, e escreve sua dissertação sobre a influência da linguagem cinematográfica na formação da identidade cultural dos jovens de sua cidade natal. É apaixonado por cinema e, embora tenha gostado de cursar Ciências Sociais, pretende fazer seu doutorado em Filosofia, investigando a relação entre a linguagem cinematográfica e a metafísica a partir do pensamento do filósofo Martin Heidegger.
Identifica-se muito com o pensador francês Edgar Morin, com o qual mantém viva interlocução e se acha íntimo do cara só porque recebe e-mails dele. Ficou inebriado com um fragmento emblemático que afirma que “o objetivo do conhecimento não é descobrir o segredo do mundo numa palavra mestra. É dialogar com o mistério do mundo.” Daí por diante, quis ler tudo de Morin que fora publicado no Brasil!
É um dos coordenadores de RECOM (Rede de Estudos da Complexidade), responsável pela divulgação das idéias de Edgar Morin, bem como de outros pensadores da Complexidade.
Mora em Vitória da Conquista há quatro anos... fato do qual não se arrepende, apesar de ter adorado a vida cosmopolita paulistana no tempo em que fez os créditos teóricos do seu mestrado na PUC.
Uma das suas maiores emoções literárias foi ler Fernando Pessoa, Eu profundo e outros eus; Florbela Espanca, Sonetos; e Clarice Lispector, A descoberta do mundo, Água viva e A paixão segundo GH. Teve estranhos calafrios, ao visitar a exposição A Hora da Estrela, sobre a vida e a obra de Clarice, no Museu da Língua Portuguesa, na Estação da Luz.
Viu uma vez a dança de Shiva e sentiu-se como um fio da tapeçaria cósmica... achou muito louco... e garante que não usou nenhuma droga para induzir esta experiência transcendental!
Gosta de música transcendental, rock, pop, jazz e mpb. Adora a voz da jazzista Katie Melua.
Acorda muito cedo, mas adora dormir à tarde na rede que fica na soleira da sua casa... e atende telefonemas até às duas da madrugada.
É anarquista: vota nulo.
Sente-se duplamente alienado, pois não assiste a TV. É alienado daquilo que o alienaria.
Atualmente solteiro, pretende, fazer disso uma condição definitiva, pois está experimentando uma liberdade de ação quase incomensurável... e aproveitando as oportunidades que a vida lhe oferece, é claro!
Está de caso há meses com seu note-book Satellite, da Toshiba. Os dois têm sido muito felizes juntos, mas não pensam em ter filhos.
Se for convidado a adentrar num disco voador, aceitará prontamente... sem que necessite ser abduzido!
Seu sonho de consumo é ter uma casa na praia... lugar que considera um paraíso terrestre!
Já criou sete cães de uma só vez. Criou um gato e um periquito... que foi comido pelo gato! Continua criando esperanças.
Fisicamente, é extremamente o oposto do Tom Cruiser no filme Cocktail.
Adora carne vermelha, em especial carne-de-sol bem gorda e assada. Nunca recusa uma boa feijoada. Consome açúcar branco refinado e gosta de tomar Skol bem gelada... e, após emagrecer 20 kg, o “ex-gordinho” (e atual barrigudinho), hoje, quer manter seus 75 kg... mas não sabe como.
É chocólatra confesso... portanto, se forem comer chocolate na frente dele, não lhe ofereçam somente por educação porque ele, com certeza, aceitará!
Escreve e lê por prazer e não por obrigação. Tinha quase cinco mil livros (mais especificamente 4.763 livros) em sua biblioteca particular e, num surto de desapego, doou quase todos... e hoje só mantém os livros que tem prazer em ler.
Acredita no poder do amor em todas as suas dimensões e expressões.
É do signo de Virgem com o Sol em Áries, a Lua em Capricórnio e ascendente em Touro. Talvez isso explique porque leva tanto chifre! Acredita em mandinga, olho gordo, mau olhado, benzeção, tarô e quiromancia... mas não passa a vida consultando oráculos e tampouco fazendo ebó pra ninguém!
Embora já tenha sido católico fervoroso, batista tradicional e estudioso do candomblé e das religiões orientais, hoje não mais religa... é agnóstico. Não professa fé alguma, mas não descarta a hipótese da existência de uma força que põe em movimento todo o universo, desde as partículas subatômicas até uma miríade de galáxias, a qual é nomeada por Alá, Brahma, Javé, Jeová, Olorum, Tupã ou qualquer outra denominação étnica que lhe queiram dar.
Saiu oficialmente do Orkut porque clonaram seu perfil e começaram a sacanear com ele. Hoje só mantém um perfil falso para bisbilhotar os perfis alheios. Adora receber e-mails e telefonemas de amigos.
Ei-lo em manifesto autobiofágico!
Olá, nobre Agustina.
Vejo que leu meu comentário e que bem depressa o respondeu! Obrigado pela atenção!
Não mencionei que também aprecio a obra do Pedro Almodóvar. Antes de fazer o mestrado em Ciências Sociais, pensei em fazer o mestrado em Cinema na USP (São Paulo)e queria estudar a produção cinematográfica do Almodóvar. O que me chama a atenção nos seus filmes é o papel assumido pelas mulheres: loucas, amáveis, sofredoras, ingênuas, perigosas... enfim, Almodóvar é um diretor que entende a alma feminina.
Quando defenderá sua tese de doutorado? Que área do conhecimento você estuda, Literatura, Educação, Língua Portuguesa?
Você possui MSN? Se tiver interesse, pode me adicionar. Meu endereço é: cledsonmirandasantos@hotmail.com .
Abraços ternos a você e ao seu esposo,
Clédson
P.S.1: Não se preocupe com o seu conhecimento de língua portuguesa... eu consigo lhe entender muito bem! Pode continuar me escrevendo da forma que sabe fazer.
P.S.2: Has gustado de las nuevas postages de mi blog?
Agustina,
Este facto de la homosexualidad de Clarice es nuevo para mi, pues no hai estudios suficientes en Brasil que abordan esta questión.
Nunca he leido que Clarice y Olga eran una pareja, pero non descarto la hipotesis de que esto sea verdad.
Casi todos los grandes génios de la humanidad sufren con ésta condicción: seren personas diferentes! A mi me parece que la homosexualidad los tornan aptos a perceberen el mundo de forma diferenciada. Esto tambien les provoca un estado de constante angústia e de grand dolor existencial. Clarice sufria de esto, Fernando Pessoa tambiém, García Lorca, Sá Carneiro... e varios otros.
Has leído toda la obra de Clarice? Qual te ha mas gustado? Has leido Hèlene Cixoux? Claire Varin? Olga Borelli? Olga de Sá? Berta Waldaman... Creo que sepas que ellas son grandes estudiosas de Clarice. Hay tambien Benedito Nunes, profesor da UFPA (Universidad Federal del Pará). El es un filósofo estudioso de Heidegger y de las relaciones entre la obra de Clarice y Heidegger. Fue amigo íntimo de Clarice, quando ésta vivio un tiempo en el Pará (Estadio de la Federación Brasileña).
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